Abel se había librado de los granos en la adolescencia. Pero
con lo que no contaba, a sus 26 años, era con que le empezara a salir acné en
la cabeza. Si es que esos granos eran de acné, porque tampoco lo tenía
demasiado claro. Él sabía que el acné salía en la cara. A veces, también en el
pecho y en la espalda. Pero, ¿en la cabeza? ¿A quién se le ocurre? Y la edad
del pavo se le pasó hace rato, así que de “juvenil”, nada. ¿Y si no era acné?
¿Y si tenía algo raro? Que las enfermedades de la piel a veces son muy chungas.
Además, ya llevaba más de 3 años con ese problema y cada vez le molestaba más.
Y cuando se curaban los granos, no se iban, sino que se ponían incluso más
fuertes y duros. Tras varios intentos de tratamiento con un champú, finalmente
decidió ir a su médico de familia y de ahí se fue con una derivación a
dermatología. Tendría que esperar unos meses más para la consulta en el hospital.
Y llegó el ansiado día. Abel y sus granos en la nuca. Las expectativas están altísimas, así que a ver cómo lo hacemos para resolver esta papeleta. Habrá que esperar al próximo sábado para saberlo, así tenéis más días para pensar qué hacemos con nuestro joven (im)paciente.
No soy mucho de vídeos de marcas, pero hay que reconocer que el recopilatorio de 2024 de GoPro es bastante espectacular. No intenten hacerlo en sus casas.
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