La hija de María Luisa entra en la consulta empujando la
silla de ruedas con su madre. Tiene un deterioro cognitivo y otros problemas de
salud, pero en ningún momento pierde la sonrisa. La hija de nuestra paciente
está un poco más seria, ya que le preocupa esa especie de costra que, unos meses
antes, le salió en la mejilla izquierda de su madre. Apareció de la nada, ya
que asegura que previamente no tenía ninguna lesión en esa zona y, de manera
progresiva, se iba haciendo más grande. Le sangraba a menudo (no de manera
profusa, pero sí manchaba sábanas y ropa) y, cuando la tocabas, se notaba dura
por debajo de la piel. El resto de la piel estaba normal.
Imagen dermatoscópica |
Mª Luisa tenía 87 años, había trabajado en el campo cuando
era joven, era hipertensa, diabética y tenía una insuficiencia cardiaca, además
de su problema neurológico que progresaba de manera preocupante. Y ahora lo de
la piel, por si no fuera poco. La hija es bastante reacia a hacer procedimientos
agresivos, pero también cree que, si esa costra va a más, se puede convertir en
un problema, así que finalmente y tras comentarlo con su médico de familia, han
decidido traerla al hospital.
Así que ahora nos toca a nosotros. Tampoco queremos importunar en exceso a Mª Luisa, pero algo habrá que hacer, ¿no? ¿Vosotros qué opináis? El miércoles volveremos a estar por aquí y os cuento el desenlace.
Hoy nos vamos a Galápagos, con este documental.
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