19 octubre 2024

Picores extremos

En una escala del 1 al 10, Thais tenía un 12 de picor. No podía más y tampoco sabía qué más podía hacer. Su médico le había recetado al principio una crema para los hongos, luego un montón de cremas hidratantes, una crema de hidrocortisona al 1% y varios antibióticos también tópicos (ácido fusídico, mupirocina y clindamicina). Pero nada, el picor no cesaba y rascarse sólo le daba un cierto alivio instantáneo. No podía dormir por las noches y, de tanto rascarse, se hacía unas heridas horribles y su cama parecía un festival gore cada mañana.


Curiosamente las lesiones se concentraban en la parte externa de ambas piernas. En el resto del cuerpo no le había salido nada y, de no ser por el picor insoportable, Thais se encontraba perfectamente, sin ningún otro síntoma añadido al cuadro cutáneo. Tampoco lo relacionaba con nada, no había cambiado de cremas ni de hobbies (tampoco tenía mucho tiempo libre, ya que su trabajo era muy estresante). En casa la situación no era mucho mejor. Con un padre dependiente que habían trasladado al domicilio familiar, sus hijos habían dejado de ser su principal dolor de cabeza. O sea que nervios, unos pocos, lo que quizá tampoco ayudaba a que ese maldito picor se controlara. Cremas aparte, Thais no tomaba ninguna otra medicación, salvo alguna pastilla para dormir, de manera muy esporádica.

Mientras la teníamos en la camilla no paraba de rascarse. A nosotros nos empezaba a picar todo solo de verle las piernas. ¿Y a vosotros? ¿Ya os pica? ¿Qué os parece? ¿Empezamos a pedir pruebas o quizá es todo mucho más sencillo? Os dejo unos días pensando, yo volveré el miércoles y os explico cómo terminó todo.

Hoy nos despedimos en Laponia, con este vídeo. 5 minutitos de relax.

LAPLAND | The Untouched from Riku Karjalainen on Vimeo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Éste es un blog dirigido a profesionales sanitarios y personas interesadas en la Dermatología. En ningún caso se atenderán consultas particulares (ver apartado de normas del blog).