Cristóbal estaba jubilado, pero era un hombre muy ocupado.
Cuando le preguntamos acerca de sus actividades, nos explicó que le encantaba
cuidar el jardín, cocinar, estar con su familia y, desde hacía poco, pasaba
muchas tardes haciendo figuritas de resina para que jugaran los nietos. Así que
ya lo teníamos: nuestro paciente tenía una dermatitis alérgica de contacto,
seguramente aerotransportada (Cristóbal nos contó que por precaución siempre
usaba guantes). Ahora teníamos que comprobarlo realizando unas pruebasepicutáneas, pero primero necesitamos una tanda de una semana de prednisona
oral, a dosis de 0,5 mg/kg/d, para que las lesiones se resolvieran. Un poquito
de antihistamínico oral para ayudar, un corticoide tópico y luego una crema
regeneradora y fotoprotección.
A continuación, procedo a resumir el capítulo
correspondiente del librito de consejos del GEIDAC de la AEDV (Ed. 2018) y que
me ha venido fenomenal para repasar el tema que nos ocupa, porque, como ya os
podéis imaginar, las pruebas epicutáneas que le practicamos a Cristóbal dieron
positivo a resina epoxi.
Pruebas epicutáneas, positivas a resina epoxi |
La resina epoxi de la batería estándar del GEIDAC
corresponde a diglicidil éter de bisfenol A (DGEBA), que es el alérgeno
responsable de la mayoría de sensibilizaciones por sistemas epoxi. Los sistemas
epoxi son pegamentos que se utilizan en múltiples actividades. Se componen
de resinas epoxi, diluyentes y endurecedores (ojo porque a veces se habla de
“resinas epoxi” en referencia a sistemas epoxi -que incluyen otras sustancias-,
pero no es exactamente lo mismo). Como decíamos, la resina epoxi es la
responsable de alrededor de un 80% de las sensibilizaciones a los sistemas
epoxi. El DGEBA se considera un buen marcador, ya que es positivo en la mayoría
de pacientes sensibilizados a sus resinas, presentando reacciones cruzadas con
otras resinas epoxi (bisfenol F y las alifáticas) y con los diluyentes
(hexanediol/ butanediol diglicidil éter, fenil/cresil glicidil éter, etc.).
Pero se debe tener en cuenta que la sensibilización a resinas epoxi anilinas/
aromáticas (empleadas en la industria eólica y aeronáutica) no siempre se
detectan con la prueba del parche para el DGEBA (y por eso disponemos de
baterías específicas).
Por otra parte, los endurecedores son los
responsables de la sensibilización a sistemas epoxi en el 20% restante de los
casos, pero esto no se va a detectar con el parche de DGEBA. Si lo sospechamos
(xililendiamina, isoforondiamina, etc.) se debe parchear una batería específica
de sistemas epoxi.
Los sistemas epoxi se emplean en muchas actividades profesionales. Suelen ser los pegamentos denominados de "dos componentes" (resina y endurecedor) que, al mezclarse, polimerizan formando un compuesto duro y muy resistente. Algunos pegamentos de las marcas Araldite®, Sika®, Epikote® o Epon® contienen estas resinas. Destaca por encima de otros el uso de sistemas epoxi en la construcción, bien como pegamento para reparar fisuras en el hormigón, pegar azulejos, tuberías, etc., o bien en algunos morteros especiales, como los de nivelación o para emplear bajo el agua. También se utiliza en algunas pinturas y suelos industriales.
Sistema epoxi. Foto: Wikimedia commons |
Es más rara la utilización de resinas epoxi fuera de la
actividad laboral, salvo en tareas de bricolaje o reparaciones caseras, pero en
estas situaciones los sistemas de protección suelen brillar por su ausencia.
El eccema de contacto alérgico por sistemas epoxi suele
afectar al dorso de los dedos de las manos que tienen un contacto más próximo a
la resina sin polimerizar, pero también pueden afectar al dorso de las manos y
antebrazos. Es muy frecuente que la sensibilización a los sistemas epoxi
produzca un eccema de contacto alérgico de distribución aerotransportada,
con afectación de manos y antebrazos, pero también de la cara (principalmente
en los párpados), cuello y las regiones retroauriculares, en zonas no cubiertas
por la vestimenta o equipos de protección. El hecho de que afecte a zonas no
fotoexpuestas (como la zona retroauricular o submentoniana) sirve para
distinguir este tipo de eccema de los fotoinducidos.
Pero no todo es alergia, y un vertido accidental o una
manipulación inadecuada de estos productos también puede producir una dermatitis
de contacto irritativa, con lesiones ampollosas en los casos más graves.
Estos cuadros irritativos pueden ocurrir tanto por la resina como por el endurecedor
a altas concentraciones. También se han descrito reacciones liquenoides o
incluso eritema multiforme-like, siendo muchos más raros otros cuadros,
como de urticaria por contacto, rinoconjuntivitis o asma provocados por algunos
endurecedores.
En la batería estándar lo que se parchea es la resina epoxi
de bisfenol A (DGEBA) al 1% en vaselina, que no es irritante, pero sí
suficiente para desencadenar una reacción positiva en personas sensibilizadas.
En las baterías específicas se encuentran otras resinas (bisfenol F),
diluyentes y endurecedores.
Ante un paciente sensibilizado lo primero de todo es
establecer la relevancia de ese resultado positivo. Podría darse el caso
de que el paciente no manipule este tipo de sustancias y no recuerde haber
entrado en contacto con estos productos en el pasado, pero en cualquier caso
(dado que los falsos negativos son casi inexistentes) se deberá advertir al
paciente para que evite el contacto.
Si la positividad es relevante y justifica la clínica del
paciente, deberemos buscar la presencia del alergeno en su entorno. Casi
siempre, lo encontraremos en el ámbito laboral. A la hora de emitir un informe
tendremos que tener en cuenta las consideraciones personales y económicas que
puede conllevar ese diagnóstico y remitir al paciente al médico de empresa, ya
que por lo general va a requerir una adecuación del puesto de trabajo o incluso
una incapacidad laboral. Las medidas de protección son más eficaces, como
siempre, en la prevención primaria y, a ser posible, estos pegamentos deben
manipularse en campanas extractoras. Los equipos de protección individual, como
guantes de nitrilo, vinilo o goma y determinadas vestimentas solo son eficaces
para evitar el contacto cutáneo con los sistemas epoxi durante un corto periodo
de tiempo.
También es importante recordar que, una vez que la resina se
encuentra “curada” (es decir, polimerizada – dura o seca-), ya no existe riesgo
de desarrollar un eccema de contacto por su manipulación. Son los monómeros
de la resina epoxi (por su bajo peso molecular) los que presentan este
potencial sensibilizante, y no los polímeros (que tienen un elevado peso
molecular).
Evidentemente, en el caso de exposiciones “caseras”, como en el caso de Cristóbal, la evitación es más sencilla. Fue suficiente con cambiar de hobby.
Y ahora que estamos con los Juegos Olímpicos, no nos olvidemos de los Paralímpicos. Dentro, vídeo.
The Empty Seat - Paralympic Team Belgium from Milo Blake on Vimeo.
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