La psoriasis es una enfermedad crónica inflamatoria,
inmunomediada, que afecta a un 3% de la población, a la que hemos dedicado
muchas entradas en este blog. Todos los que nos dedicamos a tratar pacientes
con esta enfermedad tenemos claro que su calidad de vida se ve mermada, en
especial cuando la psoriasis afecta determinadas localizaciones que, por
diversos motivos, multiplican el impacto en los pacientes. Así, las escalas
objetivas en las que nos basamos para calcular la gravedad de esta patología,
pueden no representar la afectación en la calidad de vida del paciente y, por
ese motivo, también solemos incorporar otro tipo de escalas con la finalidad de
poder ofrecer a nuestros pacientes los tratamientos más adecuados. Esta
circunstancia se da en el cuero cabelludo, en los pliegues, en los genitales,
en la cara, en la localización palmo-plantar y en las uñas. Este artículo de J.Merola en la revista Dermatologic Therapy (2017) nos lo resume bastante bien,
aunque a continuación lo repasaremos brevemente (en lo que concierne a la
afectación facial, como la de nuestro paciente, Dionisio).
Antes de empezar el tratamiento, detalle de las lesiones |
Pero, ¿por qué es tan especial cuando las lesiones de
psoriasis salen en la cara? Bueno, en primer lugar la afectación facial de la
psoriasis se suele presentar en pacientes más jóvenes y se estima que afecta en
mayor o menor medida a un 50% de los pacientes. Es evidente que el hecho de que
sea una zona tan visible y expuesta comporta más problemas a nivel psicosocial
y se considera un marcador de gravedad, no sólo porque los pacientes lo
perciben así, sino porque está comprobado que el PASI es mayor en pacientes con
psoriasis facial (15,6 de media) que en pacientes con la cara respetada (6,9).
Además, estos pacientes tienen más fenómeno de Köebner (70% vs 30%). La
psoriasis facial también se asocia a una mayor duración de la enfermedad y un
inicio más precoz y, frecuentemente, va a precisar un tratamiento más intensivo.
Por el contrario, en ocasiones se confunde esa afectación con dermatitis
seborreica.
Por otra parte, la piel de la cara tiene sus peculiaridades
y no podemos aplicar los mismos tratamientos y pautas que ponemos para la
psoriasis de las rodillas, por ejemplo, por lo que solemos utilizar más
tratamientos tópicos con inhibidores de la calcineurina (tacrolimus o pimecrolimus),
evitando en la medida de lo posible la utilización de corticoides tópicos de
manera prolongada en esta zona y, por supuesto, en caso de tener que optar por
un tratamiento sistémico, las lesiones suelen mejorar del mismo modo que las
del resto del cuerpo.
Un mes y medio más tarde... |
Dionisio tenía placas en la cara, pero también en el resto
del cuerpo, así que le pautamos tratamiento con metotrexato semanal, pimecrolimus
al 1% en las lesiones faciales y una combinación de betametasona y calcipotriol
para las placas del cuerpo. Un mes y medio más tarde mantenía la cara sin
lesiones y una mejoría muy notable del resto de las lesiones sin alteraciones
analíticas y con una buena tolerancia, así que, al menos por el momento, todos
contentos.
Como conclusión de esta breve entrada, recordar simplemente que no debemos menospreciar la afectación facial de la psoriasis y que tendremos que optimizar e individualizar los tratamientos tópicos en esa zona.
Hoy nos despedimos con un timelapse "estacional".
JUTLAND II | Breath of the Seasons from Jonas Høholt on Vimeo.
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