En condiciones normales, la piel no es sitio para el calcio.
O sea, que el calcio puede estar en muchos sitios de nuestro cuerpo, pero no en
la piel. Cuando se deposita calcio en la piel o en el tejido celular subcutáneo
hablamos de “calcinosis cutis” que se clasifica en cuatro tipos: distrófica,
metastásica, idiopática y yatrogénica. La calcinosis idiopática puede presentarse
en los genitales externos, incluyendo la vulva, el pene y el escroto. Esta
última localización es la protagonista del caso de esta semana, ya que Khadim,
nuestro paciente, tenía una calcinosis escrotal idiopática, una entidad poco frecuente
y lo suficientemente desconocida como para que hoy la expliquemos aquí.
Imagen ecográfica |
Descrita por Lewinski en 1883, en los últimos años se debate
acerca de su patogénesis. En este artículo de M. A. Syed se expone un caso
bastante espectacular y hacen un repaso de la literatura que os resumo a continuación.
La calcinosis escrotal idiopática es un trastorno benigno,
habitualmente asintomático, que suele aparecer en adultos jóvenes, en la
tercera o cuarta décadas de la vida. Al no producir molestias, muchos pacientes
no consultan (o lo hacen al cabo de los años), hecho que seguramente contribuya
al infradiagnóstico. Cursa con la aparición de nódulos de un tono amarillento
en el escroto, de tamaño y número variable. Aunque hemos dicho que no suelen
causar sintomatología, en ocasiones pueden ser pruriginosos o incluso drenar de
manera espontánea un material blanquecino. La infección es poco frecuente.
Podemos establecer la sospecha por la clínica, pero la confirmación la
tendremos con el estudio histológico. El diagnóstico diferencial incluye el
esteatocistoma múltiple, lipomas o quistes epidérmicos.
Su denominación hace sospechar que la etiología es
desconocida. Sin embargo, por lo visto hay un intenso debate en relación a su
naturaleza. Algunos autores defienden que simplemente se trataría de quistes epidérmicos
calcificados, aunque tampoco se sabe el por qué de esa calcificación (se sospecha
que puede ser por traumatismos). Otros opinan que son calcificaciones
distróficas de las glándulas ecrinas.
Lo que sí está claro es que para etiquetar esa condición de
idiopática, deben descartarse otras posibles causas, mediante una analítica con
bioquímica y perfil hormonal que deben ser normales.
El diagnóstico es histológico, pero la ecografía cutánea
puede ayudar. El tratamiento puede indicarse por motivos “estéticos”, siendo la
exéresis quirúrgica el tratamiento de elección, habitualmente con un buen
resultado. Por la localización de las lesiones, estos pacientes pueden terminar
siendo atendidos tanto en las consultas de urología como en las de
dermatología.
En el caso de Khadim le extirpamos una de las lesiones en la
consulta, que confirmó el diagnóstico, y la analítica fue estrictamente normal.
De momento, dado que las lesiones no le molestan, no está decidido a operarse.
¡Mirad qué vídeo más chulo!
Visible Mending from Samantha Moore on Vimeo.
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