Laia tenía 28 años cuando la vimos, pero su problema cutáneo había empezado a los 7 años, cuando le empezaron a salir unas extrañas manchas sonrosadas en el hombro, cuello, escote y a lo largo de toda la extremidad superior izquierda. Al principio le habían ido apareciendo más, pero en los últimos años parecía como si hubieran dejado de salirle nuevas lesiones. Siempre le habían dicho que no tenía importancia y cree que en una ocasión, siendo una niña, la mandaron a la consulta de un dermatólogo, pero sólo recuerda que le dieron unas cremas que no le resolvieron el problema. La verdad es que apenas le molestaban, aunque si le daba el sol sí que le picaban un poco.
Detalle del dorso del antebrazo izquierdo |
Lo más curioso de todo era la distribución, ya que sólo le afectaban a la parte izquierda, sin sobrepasar la línea media. La parte inferior de su cuerpo, así como la cara, estaban respetadas. Nadie más de su familia tenía nada remotamente parecido y hacía ya años que no se ponía ningún tratamiento, salvo su crema hidratante habitual, que también aplicaba en el resto de su cuerpo.
Si nos fijamos con atención podemos comprobar el aspecto de las lesiones de Laia, con pápulas muy bien definidas, de aspecto atrófico y un borde descamativo, que se agrupaban a lo largo de toda la extremidad superior izquierda, respetando la piel acral, desde el cuello y escote hasta el dorso del primer dedo de la mano izquierda. No se observan ampollas ni vesículas, costras, ni otras lesiones elementales. Las uñas y las mucosas se encontraban respetadas.
Os dejo pensando hasta el miércoles, cuando volveremos a estar por aquí con la respuesta al caso de esta semana. Pero antes, unas mariposas...
Tropical Butterflies from Petra W. on Vimeo.
Podría ser un ILVEN?
ResponderEliminar¿? FENOMENO DE HALO SOBRE LIQUEN ESTRIADO VS URTICARIA PIGMENTOSA
ResponderEliminarNice post thank you Todd
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