Patricio es un paciente de 48 años que ha venido a la consulta para una revisión de nevus. Su padre tuvo un cáncer de piel y, como que es jardinero y se pasa todo el día al sol, está bastante concienciado y cada dos o tres años, su médico nos lo envía para que le veamos los lunares. Tras la exploración, dermatoscopio en mano, nos quedamos todos mucho más tranquilos, ya que no hay ningún lunar sospechoso, así que nos limitamos a repetir los consejos sobre fotoprotección que todo el mundo sabe.
Pero al terminar la visita y ya cuando le vamos a entregar el informe, Patricio nos enseña algo que le ha salido en las manos, desde hace ya más de dos años, y que aunque no le molesta en absoluto, le tiene bastante intrigado. Se trata de una especie de engrosamiento en el dorso de los nudillos, mucho más evidente en la zona de las articulaciones metacarpofalángicas, en ambas manos, y menos llamativo en las interfalángicas. Vale que trabaja con las manos, pero antes no lo tenía y no tiene muy claro cuál puede ser el origen. Por lo demás, Patricio no tiene otros problemas de salud, salvo una hernia discal que tuvo que ser intervenida hace años, con buen resultado, y no toma medicamentos de manera habitual.
¿Qué os parecen esas manos? ¿Será normal o es algo con nombre propio? El miércoles volveremos con la respuesta. Mientras os dejo con un mini documental animado sobre el problema de los plásticos...
SiGNALS | Plastic Must Die from Mackenzie Sheppard on Vimeo.
"knuckle pads" o nódulos de Garrod, suele afectar mas a las IFP, una especie de fibromatosis digital. Por lo visto el Miguel Angel lo padecía y lo reprodujo en las manos de algunas de sus estatuas
ResponderEliminarSugiere Nuckle Pads o Nódulos de Garrod. Asociacion con traumatismos repetidos, algunos casos hereditarios y tambien se ha descrito asociacion con fibromatosis
ResponderEliminarSe trata de lesiones pápulo-nodulares, asintomáticas, que se encuentran sobre las articulaciones metacarpofalángicas e interfalángicas proximales de la mano.
ResponderEliminarParecen unos nódulos de Garrot o ‘’Knuckle pads’’. Estas lesiones suelen presentar una forma redondeada, de consistencia blanda, que afectan únicamente al dorso de las articulaciones metacarpofalángicas e interfalángicas de las manos. La mayoría son idiopáticos, aunque también pueden ser secundarios a traumatismos repetidos y enfermedades fibrosas (Dupuytren, Peyronie) etc.
El diagnóstico diferencial incluiría:
- Nódulos de Bouchard o Heberden: son nódulos duros en las articulaciones interfalángicas que aparecen en pacientes con artrosis. En las articulaciones interfalángicas distales se llaman nódulos de Heberden y en las proximales, nódulos de Bouchard.
- Tofos gotosos: Los tofos aparecen como pápulas o nódulos dérmicos o subcutáneos de también de consistencia firme. Su contorno puede ser liso o multilobulado y de color blanquecino amarillento.
- Nódulos reumatoideos: es la manifestación extraarticular más frecuente de la artritis reumatoide, siendo los codos la localización más frecuente. Su consistencia es firme. Pueden ser móviles sobre planos profundos o estar adheridos al periostio o a los tendones. No suelen ser dolorosos.
- Sinovitis: a nivel clínico se observa tumefacción de las articulaciones afectadas, con dolor y rigidez.
- Verrugas vulgares: elevaciones papulosas, de tamaño y número variables. Suelen localizarse en zonas expuestas a traumatismos: manos, rodillas etc. A veces aparecen “puntos negros” en su superficie que corresponden a capilares trombosados.
- Granuloma anular subcutáneo: Se caracteriza clínicamente por nódulos de consistencia firme, a menudo asintomáticos, localizados en dermis profunda e hipodermis. Los sitios más frecuentemente afectados son las extremidades inferiores, especialmente el área pretibial, seguido por glúteos, manos y cuero cabelludo.
Alicia