Emiliano ya sabía lo que tenía. Llevaba sufriendo de psoriasis desde los 20 años (y ya tenía 45). Así que no había venido al dermatólogo buscando un diagnóstico, sino una solución. Porque así ya no podía seguir. En el último año había empeorado mucho, con placas muy gruesas sobre todo en las extremidades que le picaban y le molestaban mucho. Por no mencionar los comentarios de la gente y las dificultades que le ocasionaba su problema dermatológico a la hora de encontrar trabajo (era recepcionista en un hotel). Y aunque hacía muchos años que tiró la toalla (siempre le habían dicho que la psoriasis no tenía cura y se había cansado de cremas y pastillas), un compañero con la misma enfermedad le dijo que se informara bien, que él había ido a una asociación de pacientes que se llamaba Acción Psoriasis y allí le habían dicho que habían salido tratamientos nuevos.
Aparte de la psoriasis, Emiliano tenía hipertensión arterial y el colesterol y triglicéridos altos. Tomaba medicación y estaba más o menos controlado. Y aunque en los últimos años había aumentado de peso, en general se consideraba una persona con buena salud. No fumaba y bebía alcohol sólo de manera muy ocasional (vino en las ocasiones especiales). Nadie más en su familia tenía psoriasis, y aunque le habían dicho muchas veces que le podía afectar a las articulaciones, no tenía ninguna molestia articular. Antes de derivarle al dermatólogo su médico de familia ya le había solicitado una analítica y ahora el dermatólogo le estaba dando vueltas a una leve alteración de las pruebas hepáticas que al parecer le trastocaba en algo los planes. Después de un interrogatorio intenso acerca de sus hábitos de vida (deporte, alimentación, alcohol y tabaco), la dermatóloga le solicitó una ecografía abdominal y otras pruebas, además de incidir bastante en que sería bueno que perdiera peso.
Emiliano se marchó de la consulta con la receta de una espuma de calcipotriol-betametasona en espera del resultado de las pruebas, y dándole vueltas al tema del hígado. No sabía que podía tener alguna relación con la psoriasis. En la siguiente visita preguntaría un poco más…
¿Y vosotros qué pensáis? ¿Tienen alguna relación hígado y enfermedad psoriásica? ¿O somos un poco exagerados? ¿Nos puede afectar en algo al tratamiento? El miércoles regresaremos para aclarar las dudas de nuestro paciente (o en este enlace).
Mientras, nos vamos al agua, que hace calor.
EMWL 130º Lens Field Test from Alex del Olmo on Vimeo.
En mi opinión la relación estará en función del tratamiento sistémico que se instaure como pudiera ser metotrexato
ResponderEliminarEHGNA (Enfermedad Hepática Grasa No Alcohólica) o NAFLD/NASH (Non Alcoholíc Fatty Liver Disease / Non Alcoholic Steato Hepatitis). Presente en un porcentaje elevado de pacientes con enfermedades inflamatórias crónicas (psoriasis y artritis psoriática, artritis reumatoide) y un quebradero de cabeza si se quieren empezar tratamiento sistémico como metotrexato, retinoides.
ResponderEliminarLa elastografía (FibroScan) está cada vez más en boga para complementar a la eco abdominal.
Hay muchas herramientas para tratar de predecir l progresión de esteatohepatitis a fibrosis (FIB-4 p. Ej)
ESTEATOSIS HEPATICA PROBABLE DADO SOMATOTIPO Y AUMENTO TRIGLICERIDOS
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