El fenómeno de halo en un nevo melanocítico es un hallazgo relativamente frecuente en niños y adolescentes (la edad media es de 15 años), con una prevalencia estimada de alrededor del 1% y consisten en la aparición de un halo acrómico alrededor de un nevus melanocítico previo, lo que también se conoce con el nombre de halonevus o nevus de Sutton (aquí ya hablamos sobre este tema hace algunos años). Pero este fenómeno no es exclusivo de nevus melanocíticos comunes y también ha sido descrito en nevus azules, neurofibromas, carcinomas basocelulares, verrugas planas o melanomas. A menudo el halo acrómico progresa y produce una regresión de la lesión pigmentada, a veces hasta hacerla desaparecer. Histológicamente, mientras que el componente de nevo central en un halonevus con halo activo se asocia por lo general a un infiltrado denso de células mononucleares, el halo blanco periférico tiene poco o ningún infiltrado inflamatorio.
Generalmente los halonevus se localizan en la parte superior de la espalda, aunque tienen campo libre para hacerlo donde quieran. Se calcula que un 25-50% de pacientes tienen dos o más lesiones. Una vez han aparecido su evolución es impredecible. En algunas ocasiones el nevo central persiste indefinidamente (y el halo vuelve a pigmentarse); por lo general el nevo remite durante meses a años, dejando una mácula acrómica. La lesión pigmentada central puede volverse irregular o convertirse en color rosa, y aunque en la mayoría de los pacientes se observa una repigmentación completa, el proceso puede tardar años.
Además está la curiosa asociación con el vitíligo, y es que hasta un 20-50% de pacientes afectos de vitíligo presentan uno o varios halonevus y, a la inversa, entre el 18-26% de pacientes con halonevus tienen además un vitíligo en otra localización. Y aunque esa asociación nos puede parecer hasta normal, en realidad parece que el mecanismo patogénico es distinto en ambas entidades.
Lo curioso del caso de Naomi era que su halonevus le había aparecido alrededor de un nevus congénito y, aunque de entrada es algo que puede no llamar la atención, en la literatura médica hay pocos casos descritos.
El tratamiento no suele ser necesario en los pacientes más jóvenes, aunque no está de más explorar en busca de vitíligo y explicarles a los pacientes esa posibilidad. Las personas de más de 40 años con halonevus deben explorarse minuciosamente para detectar un posible melanoma. Eso sí, es importante insistir en la fotoprotección de estas lesiones, en especial de la zona blanquecina, ya que carecen de melanina y, por tanto de protección frente a potenciales quemaduras inducidas por la radiación ultravioleta.
Y para terminar, hoy experimentaremos con pigmento rojo y cristales de cloruro de amonio en este vídeo.
MINIGLOBELET 2 from Beauty of Science on Vimeo.
Vaya, gracias por compartir estos conocimientos tan valiosos, y si lees detenidamente hay unos buenos consejos, los aprovechare al maximo, saludos.
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