22 abril 2020

Fenómeno de Meyerson en una mancha salmón

Lo que le pasa a Clara es la eccematización de una mancha salmón, lo que se conoce como fenómeno de Meyerson. Os suena, ¿verdad?
Como ya se había comentado en este blog hace algún tiempo, este fenómeno se describe como la aparición espontánea de una reacción inflamatoria de carácter eccematoso sobre una lesión cutánea preexistente. Otros términos utilizados para referirnos a esta situación son “halo-eccema” o “halo-dermatitis”.  Fue descrito por primera vez en 1971, inicialmente en lesiones melanocíticas, aunque posteriormente ha sido relacionado también con queratosis seborreicas, dermatofibromas, molluscum, malformaciones vasculares y otro sinfín de lesiones dermatológicas. Su origen es desconocido y no se relaciona con un peor pronóstico ni con un aumento del potencial de malignización o potenciales complicaciones de la dermatosis subyacente.

Clara, el día de la primera visita.

El primer caso de fenómeno de Meyerson sobre una malformación capilar fue descrito en 1996. Hasta la fecha ha sido descrito en malformaciones capilares de tronco o extremidades, manchas vino de Oporto faciales y manchas salmón. Anecdóticamente, también ha sido reportado en malformaciones capilares que habían recibido tratamiento con láser. Sabemos que la presencia de malformaciones capilares tipo mancha salmón en la nuca o en la región frontal afecta a un alto porcentaje de la población infantil. Sin embargo, la aparición de esta complicación, aunque puede estar infraestimada, es infrecuente en este tipo de lesiones.

Aunque su diagnóstico suele ser clínico, en caso de duda podemos realizar una biopsia para su estudio histopatológico. En éste encontraríamos hallazgos característicos de eccema, como espongiosis, acantosis focal y paraqueratosis con un infiltrado inflamatorio linfocítico con presencia de eosinófilos. Todos estos hallazgos, claro, superpuestos a la lesión cutánea subyacente.

Después del tratamiento.

El tratamiento de este proceso de eccematización se realiza principalmente con corticoesteroides tópicos. La respuesta suele ser buena, aunque con tendencia a la recurrencia. En caso de lesiones refractarias se puede recomendar añadir terapia láser complementaria.
En el caso de Clara, nosotros indicamos tratamiento con un corticoide tópico de mediana potencia. En el control telefónico a los 7 días los padres nos explicaron que la lesión estaba mejorando y que estaban tranquilos de volver a vislumbrar su “picotazo de cigüeña”.

Y hasta aquí este interesante caso desde el Hospital General de Granollers de la mano de la pediatra Ada Claret de Castro, a la que agradezco enormemente su colaboración (reconozco que me hace especial ilusión la participación de no dermatólogos, en especial pediatras, así que muchas gracias de nuevo).

El vídeo de hoy... bueno, el nombre lo dice todo. "Concatenation".

CONCATENATION ( an experimental video ) from Donato Sansone (milkyeyes) on Vimeo.

3 comentarios:

  1. Qué interesante! Lo que no me cuadraba de este diagnóstico, es que un parte bastante significativa de la lesión, no estuviera afecta del eccema-Halo( polo inferior). En mi experiencia todos los fenómenos de Meyerson han estado circundados por la dermatitis y no he visto fenómenos con afectación lateral solamente como, si he visto en nevus de Sutton.
    Muchos saludos.

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  2. Un caso reciente publicado:
    https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5125968/

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  3. Dra.Taberner, a propósito del coronavirus el personal sanitario viene sufriendo una serie de lesiones papulo-pustulosas (acné-like?), en la zona que cubre la perenne mascarilla: se agradece un post para “cuidados tópicos en tiempos de pandemia”, que esto tiene pinta de durar más que “El secreto de Puente Viejo”. Un abrazo desde el norte, y gracias por su estupenda labor!

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