Genaro tenía psoriasis. Eso ya lo sabía, así que más que un diagnóstico, venía buscando algo que le mejorara esas rojeces y escamas en la piel. Era camarero y tener lesiones en las manos era un engorro; a veces los clientes se le quedaban mirando y alguna vez le habían llegado a preguntar si esas manchas eran contagiosas. La gente es tan maja a veces…
Aparte de las placas de las manos, también tenía descamación en el cuero cabelludo, codos, piernas y en la zona sacra. El resto del cuerpo estaba salpicado por alguna placa no demasiado grande. Genaro no era alérgico a nada, había dejado de fumar 5 años atrás y, aunque antaño había bebido bastante, ahora intentaba cuidarse. Estaba diagnosticado de hipertensión arterial y tenía varios dedos deformados por una fractura antigua, aunque las manos cada vez las notaba peor y con más dolor. Él se imaginaba que era artrosis (a sus 56 años), y aunque en una ocasión se le había hinchado mucho una rodilla y en otra una muñeca, lo había tratado con antiinflamatorios por su cuenta. Por eso no entendía que la dermatóloga le hiciera tantas preguntas sobre sus manos y dolores varios. Él había pedido cita por la piel, ya que la crema de clobetasol apenas le hacía efecto.
¿Qué le decimos a Genaro? ¿Le damos otra cremita o le pediríais alguna otra prueba? ¿O mejor pedimos ayuda a otro compañero? El miércoles estaremos de nuevo por aquí para explicar el desenlace, y ya os adelanto que no lo haré sola. Esta vez cuento con la ayuda de la Dra. Cristina Macía Villa, reumatóloga del Hospital Universitario Severo Ochoa en Leganés, Madrid. Si no la estáis siguiendo en Twitter (@reumacia), ya estáis tardando.
¿Y si hoy nos vamos a Chile y sus desiertos? Dentro, vídeo.
STARLIGHT : Deserts of Chile - 4K (UHD) from Night Lights Films on Vimeo.
Diagnostico probable: Artritis psoriasica.
ResponderEliminarSolicitaria una analitica con H, VSG, FR, Uricemia,VIH. Radiologia. y Pediria Interconsulta con Reumatologia.
Es una enfermedad autoinmune caracterizada por una artritis seronegativa que se puede acompañar de alteraciones cutáneas y/o ungueales.
Los síntomas de la APs varían desde leves a muy severos, existiendo correlación entre la severidad de la afectación cutánea y la articular. Suele afectar a las articulaciones interfalángicas distales, sacroilíacas y columna.
En líneas generales el diagnostico de la APs es clínico. Ante la presencia de un paciente con inflamación articular, ausencia de factor reumatoide y presencia de lesiones en piel y uña compatibles con psoriasis, debemos sospechar una APs.
Los criterios diagnósticos de CASPAR (Classification Criteria for PsA) tienen una especificidad de 98,7% y una sensibilidad de 91,4%.
El tratamiento de la APs debe incluir medidas fisioterapéuticas, educación sanitaria y tratamiento farmacológico. Para el inicio del tratamiento de esta enfermedad se debe tener en cuenta la sintomatología del paciente y para el tipo de tratamiento la gravedad (leve, moderada y severa) y localización (GRAPPA, 2009).
En caso de tratarse de una afectación articular leve se debe iniciar tratamiento con AINES. Aunque se ha demostrado su superioridad ante el placebo, no tienen efecto sobre el rash o la VSG que sugiera una modificación de la enfermedad. Si existe afectación oligoarticular se podrían considerar infiltraciones intrarticulares de corticoides. Dos infiltraciones articulares sin mejoría sintomática es requisito para iniciar terapia con anti-TNF. El uso de glucocorticoides en forma sistémica no esta muy aceptado ya que puede provocar un brote pustular a nivel de piel cuando se inicia la pauta descendente de retirada de la medicación.
Los pacientes con APs moderada a severa puede requerir la utilización de fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARDs).
El mas estudiado de este grupo de medicamentos es el Metotrexato que ha demostrado ser eficaz tanto en el tratamiento de la psoriasis como en la afectación articular acompañante además de ser de bajo coste. Han demostrado también ser eficaces en el tratamiento de la APs: la Sulfasalazina y la Leflunomida.
En los últimos años se han evaluado la eficacia de los inhibidores del TNF en el tratamiento de la APs, concretamente de adalimubab, etarnecept, infliximab y golimumab (Rahman P, 1998; Nash P, 2005; NICE, 2006; Jones G, 1997). Las ultimas guías de psoriasis los recomiendan en pacientes con artritis moderada-severa con una naturaleza agresiva y extensa o que provoca gran alteración de la calidad de vida iniciar tratamiento con Metotrexato, inhibidores del TNF o ambos. Los inhibidores del TNF se utilizan generalmente en combinación con los DMARDs particularmente con el Metotrexato. En general los inhibidores del TNF podrían definirse como fármacos de coste muy alto, mas eficaces que los DMARDs y con menor toxicidad (Ravindran V, 2008; Saad AA, 2008).
ARTRITIS PSORIASICA (POR CONTVXTO) VS ARTRITIS REUMATOIDE (DESVIACION CUBITAL EN BAYONETA DEDOS MANO DERECHA) + OSTEOARTROSIS IFD MANO IZQUIERDA (BOUCHARD) - EN CUALQUIER CASO TTO EN SEGUNDO NIVEL DERMA/REUMA
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