Mario, el día de la primera visita (Foto: Fran Allegue) |
La distrofia ungueal canalicular media de Heller se manifiesta típicamente como un surco central longitudinal que se extiende desde la cutícula hacia el borde libre de la uña, pudiendo llegar incluso a la fractura de la lámina. Suele formar fisuras oblicuas más pequeñas e intermitentes a ambos lados a partir del defecto central, dando un aspecto de abeto o pluma. Puede afectar una o varias uñas de los dedos de las manos, siendo frecuente que lo haga de manera bilateral y simétrica a ambos pulgares. A medida que el cuadro progresa la lámina de la uña puede volverse amarillenta o marrón y aunque casi nunca provoca síntomas, en ocasiones el paciente puede referir dolor pulsátil en el pliegue proximal.
La etiología más aceptada es la de un origen exógeno por traumatismos repetidos sobre la matriz ungueal, lo que puede suceder por dos mecanismos: por la compulsión de manipular la lámina o por empujar la cutícula hacia atrás, de ahí que se considere como una psicodermatosis deformante vinculada a un trastorno compulsivo-impulsivo. Pero existen otros potenciales desencadenantes (menos frecuentes), como factores congénitos (se han descrito familias afectas), fármacos (retinoides orales), procesos inflamatorios de repetición o incluso lesiones tumorales (tumor glómico, quiste mucoide o exóstosis subungueal, por poner algunos ejemplos).
El diagnóstico es clínico, con una buena exploración física y anamnesis, descartando otros procesos, como onicomicosis, liquen plano, psoriasis y otras onicodistrofias.
Si la causa, como en el caso de Mario, es la propia manipulación (lo podemos ver perfectamente en el vídeo), el tratamiento es obvio, aunque no siempre sencillo. Intervenciones psicológicas aparte, se puede recomendar colocar un adhesivo de cianoacrilato en la base de la uña que actúe como barrera protectora, aplicándolo una o dos veces por semana hasta la normalización de la uña. Existen en la literatura casos aislados de éxito tras tratamiento con tacrolimus tópico o tazaroteno. Y del mismo modo que en el caso de la tricotilomanía, algunos autores defienden el uso de la N-acetil-cisteína en estos casos.
Hace algún tiempo nuestra compañera Lorea Bagazgoitia escribió sobre esto mismo en su blog, y también podéis revisar estos artículos (os dejo los enlaces aquí y aquí). De nuevo agradecer al Dr. Fran Allegue la cesión de estas imágenes y del vídeo para el caso de esta semana.
Os dejo con un vídeo de Rafa Herrero de tiburones azules (Prionace glauca), esos preciosos escualos que entre todos estamos masacrando.
Prionace glauca from Rafa Herrero Massieu on Vimeo.
¿Qué cianoacrilato podría utilizarse? ¿No conllevan riesgos en su aplicación? Gracias
ResponderEliminarEn este otro post encontrarás más información acerca de los acrilatos y sus riesgos.
Eliminarhttps://www.dermapixel.com/2016/09/dermatitis-de-contacto-por-unas.html
Hola , gracias por la información contenida muy buena me gustará tener más información sobre el tema ya que creo me está afectando personalmente.
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