Porque todo el mundo sabe lo que hay que hacer cuando el sol se ceba con nosotros. ¿O no? Pues resulta que no debe estar tan claro cuando al revisar la literatura científica comprobamos que los niveles de evidencia son bastante pobres en ese aspecto. Y me remonto al año 2004 cuando Amy Han en la revista American Journal Clinical Dermatology publicó un artículo de revisión sobre el tratamiento y prevención de las quemaduras solares, pero vayamos por partes.
La radiación electromagnética emitida por el sol que es capaz de penetrar en la atmósfera terrestre se limita a la radiación ultravioleta, la luz visible y la luz infrarroja, siendo los rayos ultravioleta los culpables de las quemaduras solares, y aunque los UVA (320-400 nm) constituyen el 90% de la luz UV, son los UVB (290-320 nm) los que son más “eficientes” a la hora de producir eritema en la piel humana y, por ende, quemadura solar.
http://www.emedicinehealth.com/sunburn/page3_em.htm |
Inicialmente, una quemadura solar se manifiesta en forma de eritema y edema, y en los casos más severos, vesículas y ampollas. El eritema mediado por UV aparece a las 3-5 horas después de la exposición, siendo máximo a las 12-24 horas y tiende a disminuir de manera progresiva a partir de las 72 horas. Y luego, nos “pelaremos” de esa manera tan característica. La patogénesis no está del todo clara pero se cree que es debida a fenómenos de vasodilatación en la dermis superior y un aumento de la permeabilidad vascular que produce el edema. Además, ciertos mediadores inflamatorios parece que juegan un papel importante en el eritema (citoquinas, prostaglandinas, radicales libres, mediadores de mastocitos, sustancia P e histamina). Pero lo más relevante es que la radiación UV conduce a un daño irreversible del ADN, con la formación de dímeros de pirimidina y mutaciones que aumentan la carcinogénesis.
Lo mejor para las quemaduras solares es… no quemarse.
Ya estamos con las perogrulladas, pero es que tampoco es tan complicado, ¿no? Si nos hemos quemado por el sol es que algo hemos hecho mal. Con un poco de sentido común, medidas físicas y fotoprotectores, deberíamos poder prevenir adecuadamente el eritema y la quemadura solar.
Pero también se ha intentado estudiar el papel protector de algunos suplementos, como selenio oral asociado a cobre, retinol (vitamina A) y tocoferol (vitamina E), ácidos grasos omega-3 o betacarotenos, con resultados variables.
Ya nos hemos quemado, ¿y ahora qué?
Hemos llegado demasiado tarde. El daño está hecho y la bronca asegurada (si es que ya os lo dije). Veamos de qué armas disponemos para minimizar los daños.
- Corticoides. La utilización de corticoesteroides, tanto tópicos como sistémicos, para el tratamiento de las quemaduras solares, se realiza desde hace más de 60 años, y aunque no todos los estudios demuestran su eficacia, se tiende a pensar que reducen el tiempo de recuperación de una semana a 3-4 días, con alivio significativo a partir de las 6 horas. Se suelen utilizar corticoides tópicos de potencia media-alta.
- AINEs. Numerosos estudios evalúan la eficacia de la aspirina, ibuprofeno, indometacina y otros antiinflamatorios no esteroideos por su efecto inhibitorio sobre las prostaglandinas.
- Antihistamínicos. Los niveles de histamina y prostaglandina E2 se incrementan después de la exposición a la radiación UV y contribuyen al desarrollo de eritema, aunque existen muy pocos estudios que documenten la eficacia de los antihistamínicos en las quemaduras solares, ni siquiera administrándolos antes de la exposición solar.
- Emolientes. La hidratación sí que tiene firmes defensores, desde madres hasta médicos con barba y bigote. ¿Quién puede poner en duda las excelencias de un buen after-sun? Se ha probado con el aceite de cacahuete, aceite de maíz, vaselina, ungüento hidrófilo… hidratar siempre es una buena idea, y las cremas after-sun llevan en su composición elementos “refrescantes” como el mentol y alcanfor que pueden contribuir a aliviarnos sintomáticamente. En este punto, el aloe vera, con sus propiedades antiinflamatorias, puede ser de ayuda (no hace falta que exprimamos la planta, lo venden en farmacias).
- Fomentos. La aplicación de compresas frías con agua de Burow (acetato de aluminio) o vinagre diluido están indicadas en casos más severos.
- Antibióticos. Únicamente tienen sentido cuando, en las quemaduras más severas, con formación de ampollas, se evidencian signos de sobreinfección bacteriana. Pueden utilizarse cremas con sulfadiazina argéntica (evitando su aplicación en la región facial), ácido fusídico o mupirocina. En casos más extensos pueden estar indicados los antibióticos sistémicos.
¿Cómo sé si he de ir al médico?
Afortunadamente la mayor parte de quemaduras solares son leves y no van a precisar asistencia médica. Sin embargo, en algunas situaciones sí que es conveniente acudir a un centro sanitario para una correcta valoración:
- Quemaduras severas con formación de ampollas en zonas extensas.
- Fiebre de > 38ºC.
- Cefalea intensa, confusión, escalofríos (recordemos que una quemadura solar no es incompatible con un golpe de calor).
- Dolor severo.
- Signos de sobreinfección.
- Ausencia de mejoría pasadas 48-72 horas.
Actuación ante una quemadura solar.
- Baño de agua fría-templada, evitando frotar la piel y evitando el uso de sales y perfumes.
- Asegurar una correcta hidratación (me refiero a beber agua).
- Aplicar una crema de corticoide de potencia media-alta, una o dos veces al día, durante 2-3 días.
- En ausencia de alergias ni contraindicaciones, se pueden utilizar antiinflamatorios orales (ibuprofeno, aspirina) durante 24-72 horas.
- Aplicar un gel de aloe vera o una crema after-sun varias veces al día.
- Evitar la exposición solar directa hasta la resolución del cuadro.
- Aprender de nuestros errores. La piel perdona, pero no olvida.
Moraleja: podemos disfrutar del verano y de la playa sin quemarnos. Hacedme caso.
Hoy terminamos con "Colors", porque hay otros colores aparte del rojo.
Colors from The Mercadantes on Vimeo.
Desconocía las bandas de quinesioterapia, pero tras la primera aportación en este sentido, me pareció muy claro que podían intervenir en el presente caso, basado en el diagnostico simplemente de visu (excelente fotografía de Toni Nadal ), pero con los datos de “súbito y doloroso” me decante de entrada porque mediara algún fenómeno de fotosensibilidad (después la anamnesis nos lo ha aclarado,……, no era una turista al uso, “Irish 2”, pues estaba arreglando el jardín de “su” casa). La posibilidad de que fuera una silla de polipropileno, como también se ha apuntado, ya implicaría una cierta oblicuidad de los rayos solares, pues es un respaldo,….., pero con modelos como la silla catering RE Garrotxa o la Resina terraza 1R160 (sin las fundas) podría guardar un parecido notable, incluso con el sillón de terraza LBEXTREME, aunque sin duda imagen mucho más personalizada con los modelos sillas de terraza apilables MRSOPHIE o MRBUBBLEAU, y éxito asegurado con la LMMAPOLO o también la peculiar silla de hostelería ISYOKO (todas ellas a módicos y diferentes precios en EXPOmaquinaria-comercio y hostelería-)…..
ResponderEliminarNo, afortunadamente no tengo otra actividad profesional, pero…, si hay que cambiar el mobiliario de la terraza,…., no viene mal la información,….., pero, sobre todo, lo hago como toque de atención a la alarmante noticia de estos días ( por suerte dermapixel, tan “fresco y actual” como nos tiene acostumbrados) de la renaciente moda, o cuando no publicidad, de los “locos” del Sunburn Art, o la horrible moda de los tatuajes solares. Vale, es un tórrido verano, pero no para licuarnos el cerebro. Saludos y a ver con que nos saldras este sábado. Buenas noches y gracias.
WoW
EliminarDe verdad conoces todos esos modelos de silla... ???
;-P