Lo cierto es que
José no tenía nada importante, y además se podía diagnosticar a simple vista. Se trataba de
hiperplasias sebáceas, que son unos tumores benignos muy frecuentes en la población general, y que aunque carecen de la más mínima relevancia clínica, precisamente por eso mismo vale la pena reconocerlos.
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Hiperplasia sebácea supraciliar izquierda en otro paciente |
La
hiperplasia sebácea afecta más frecuentemente a los
hombres, aunque se presenta en ambos sexos, y en algunos casos pueden mostrar una predisposición familiar. Son lesiones clínicamente fáciles de reconocer, ya que casi siempre se manifiestan como pápulas (solitarias o múltiples) casi siempre menores de 3mm de diámetro, de un tono
amarillento, en la cara (sobre todo en la frente) de personas de mediana edad. El aspecto más característico, aparte del color, es la presencia de una
depresión central, y aunque casi siempre son fáciles de reconocer, en ocasiones pueden confundirse con carcinomas basocelulares (en estos casos la
dermatoscopia puede sernos de gran ayuda). Bryden y colaboradores definieron el
signo del cúmulo, refiriéndose a unas estructuras blanquecinas y que no son más que el acúmulo de sebo y que en algunas series se observan en el 100% de los casos. Pero el rasgo más característico es el patrón vascular con
vasos “en corona” que se observan en más del 80% de las lesiones y son específicos de estas lesiones, como explica el Dr. Zaballos en este
artículo.
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Imagen dermatoscópica de la hiperplasia sebácea anterior |
Las hiperplasias sebáceas pueden presentarse más raramente con una distribución lineal o zosteriforme, o lesiones confinadas en la areola mamaria o en la vulva.
Aunque son unas lesiones muy frecuentes en la población general, lo son aún más en pacientes sometidos a
tratamiento inmunosupresor, en especial como consecuencia del tratamiento con
ciclosporina en pacientes trasplantados, como en el caso de José.
Si hacemos una
biopsia (aunque rara vez será necesaria) revela grandes lóbulos sebáceos maduros agrupados alrededor de infundíbulos, a veces dilatados, en dermis superior.
El
tratamiento no es necesario desde el punto de vista médico, puesto que se trata de lesiones benignas, aunque con una finalidad estética las opciones terapéuticas incluyen la electrocoagulación, el láser CO2, la criocirugía o el curetaje.
Hoy el vídeo va de niebla... en la Bahía de San Francisco.
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A modo de "WHO IS WHO?" constatar un binomio que ha ido apareciendo en el DERMAPIXEL varias veces en los ultimos meses y es el de dermatoscopia y Pedro Zaballos(artículos con Puig,con ARGENZIANO,con Llambrich....):Reconocido entusiasta de esta técnica ,que se esta convirtiendo en todo un referente. En cuanto a Rosa que a veces ,pocas,ha expresado el temor ,lejano por suerte,de quedarse sin casos o tener que repetirse,no hay porque preocuparse,siempre le dará esta aire fresco tan suyo,que nos mantiene en vilo y nos engancha cada semana.Gracias
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