Y por si teníamos dudas acerca de la actividad frenética de la señora Juana en la cocina, el día de la visita se nos presenta con una suculenta tortilla de patatas 100% casera, hecho que nos confirmaba el diagnóstico incluso sin mirar el resultado del cultivo que le realizamos en la primera visita.
El género Candida se compone de más de 200 especies diferentes, siendo Candida albicans la implicada en patología con mayor frecuencia. Su distribución se restringe al hombre, animales (aves), vegetales y suelo. En el ser humano puede colonizar el tracto gastrointestinal, genitourinario, la piel y las mucosas.
Es de sobras conocido que diversos factores del paciente incrementan el riesgo de padecer una candidiasis superficial: edades extremas de la vida, diabetes, síndrome de Cushing, condiciones de humedad, alteración de la integridad cutánea, maceración, inmunosupresión, etc.
Si nos centramos en las uñas, la principal manifestación que produce la infección por Candida es la paroniquia crónica, que puede producirse por C. albicans y también por otras especies (C. parapsilosis, C. tropicalis, etc). La levadura parece tener un papel etiológico en esta entidad, aunque la presencia de bacterias, o una dermatitis concomitante (alérgica o irritativa), también pueden contribuir a la inflamación crónica y recurrente de los pliegues periungueales de las uñas de las manos.
Se observa a menudo en aquellas personas que mantienen las manos sumergidas en agua durante periodos prolongados (como es el caso de nuestra paciente), así como en cocineros y pasteleros (se cree que el depósito de restos orgánicos y harina u otros carbohidratos son importantes para el desarrollo de la enfermedad).
Las manifestaciones clínicas consisten en la afectación de varios dedos de las manos, con eritema marcado e inflamación del pliegue ungueal, siendo característica la desaparición de la cutícula. Ocasionalmente puede existir supuración a la presión. Con el paso del tiempo, si la situación no se resuelve, puede aparecer una onicodistrofia secundaria.
Cuando la Candida infecta el aparato ungueal nos encontramos ante lo que se denomina una onicomicosis por Candida, siendo la manifestación más frecuente la onicólisis asociada a paroniquia. En raras ocasiones puede progresar hacia una distrofia ungueal total.
A pesar de que en la mayor parte de las ocasiones el diagnóstico clínico es suficiente, si queremos confirmarlo microbiológicamente deberemos recurrir a la realización de un cultivo micológico. El medio empleado habitualmente es el agar glucosado de Sabouraud al que se añaden antibióticos, como el cloranfenicol o la gentamicina con la finalidad de inhibir el crecimiento bacteriano. La incubación se realiza a 30 ó 37ºC, y tras 48 horas las colonias adquieren un diámetro de 4-5 mm, con una superficie lisa, de aspecto brillante o mate, color blanquecino, y con un olor característico a la levadura de toda la vida. A medida que la colonia envejece, la superficie se torna más seca y rugosa y el color crema se intensifica.
Cultivo + C. albicans en medio normal (izq) y diferencial (dcha) |
Hay que remarcar que, en este caso, el tratamiento tópico no suele ser suficiente, de manera que tendremos que recurrir cuando sea posible, a tratamiento por vía oral, siguiendo habitualmente las pautas pulsátiles con itraconazol 200 mg/12h una semana al mes, o bien con fluconazol, 150 mg/semana, hasta la resolución de la sintomatología.
Y ya sabes, si la Candida quieres evitar, no pongas las manos a remojar (aforismo dermatológico donde los haya).
Y ya que hemos empezado parafraseando a Gomaespuma, os dejo con Cándida (Cándida Villar, la de carne y hueso). Hasta el sábado.
Una pregunta:puede ser que a pesar del correcto tratamiento y la futura prevención,la patología no llegase a resolverse totalmente o podría ser recurrente??Lo pregunto porque una afectación tan crónica su abordaje podría ser dificultoso o suelen responder bien??
ResponderEliminarPor cierto que afortunados los que comisteis tortilla,tiene buenisima pinta,jeje!!
Otro problema de las candidas, son una pesadilla en los laboratorios donde se trabaja son saccharomyces, por la manía que tienen de crecer más rápido, y por tanto, contaminarlo todo.
ResponderEliminarLo cierto es que habitualmente la respuesta al tratamiento oral suele ser satisfactoria. El problema viene después, ya que, como te puedes imaginar, la "correcta prevención", en determinadas situaciones, puede llegar a ser muy complicada, así que las recurrencias son muy habituales.
ResponderEliminarmuy interesante :)
ResponderEliminarMe pregunto si no habría que hacer un screening de diabetes en estos pacientes de mediana edad, valorar factores de riesgo cardiovascular,etc.
ResponderEliminarSupongo que su médico de familia se ocupará...
Yo creo que con una buena historia clínica debería ser suficiente. Pero tb estoy de acuerdo en que su médico de familia se ocupará de la manera más conveniente
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